Los cubículos de dimensiones adecuadas con una inclinación de 4 a 5% garantizan que la vaca yazca correctamente y que el estiércol acabe en las pasarelas que hay detrás del cubículo. Independientemente del material que se escoja para las camas, es indispensable mantener la superficie del cubículo seca. Para mantener a las vacas limpias, se debe quitar, al menos dos veces al día, cualquier cama que esté manchada o húmeda. También se debe añadir material limpio a las camas a diario.
Los pasillos se deben raspar de forma periódica para reducir las posibilidades de que el barro y el estiércol se transfieran a las zonas de descanso en los cubículos a través las pezuñas de las vacas. Un entorno seco es crucial para prevenir la proliferación de bacteria en las zonas de descanso