Instalar cepillos en el establo ayuda a garantizar una buena comodidad para las vacas y a aliviar el estrés. Los estudios han demostrado que la instalación de un cepillo hizo descender los casos de mastitis en más de 30% en vacas de segunda lactancia (y posteriores). Otra ventaja es la reducción del número de parásitos y organismos en el pelaje de la vaca.
Alivie el estrés
Los cepillos alivian también el estrés de forma natural, ya que las vacas confían en el cepillado para ayudarlas a superar situaciones estresantes. La interrupción de las rutinas origina estrés a las vacas. La introducción de nuevas vacas en un establo, o los cambios en equipamiento o de personal, también pueden causarles estrés. Una vaca estresada puede comportarse de forma impredecible y suponer un peligro para los trabajadores. Si la vaca percibe estrés mientras se la ordeña, puede intentar evitar entrar en la sala, dar patadas al juego de ordeño o negarse a que le baje la leche.
Los cepillos ayudan a mantener a las vacas calmadas.
Durante el verano, muchos establos abiertos y corrales de espera tienen un sistema de aspersores pensado para mantenerlas frescas. Sin embargo, las vacas acumulan polvo, pelo muerto, comida y estiércol en sus lomos. El agua rociada que cae sobre ellas puede crear una costra que mantiene el calor y previene que se disuelva. Un cepillo para vacas elimina este material y permite que el sistema de aspersores haga su trabajo.
Mejorar el entorno de las vacas merece la pena. Los cepillos se consideran un artículo de lujo. Sin embargo, aumentar la comodidad de la vaca tiene repercusiones económicas.
Fuente: DeLaval