La mastitis se define como una infección en el tejido de la ubre por bacterias u hongos de levadura. Dicha infección puede ser clínica y tener síntomas locales en forma de cambios visibles en la leche, enrojecimiento, calor, inflamación y/o sensibilidad de la glándula mamaria infectada. Otros síntomas pueden ser fiebre, pérdida de apetito, trastornos circulatorios o parálisis. La infección también puede ser subclínica y no tener ningún síntoma visible de enfermedad, sino estar asociada con un conteo de células alto en la leche.
Los estudios muestran que un aumento de temperatura en una vaca con mastitis podría interferir con los procesos reproductivos debido al estrés por calor. El estrés relacionado con el calor en el periodo de maduración ovocitaria o de desarrollo inicial del embrión reduce las posibilidades de supervivencia del embrión. A todo esto, hay que añadir que algunas de las moléculas bioactivas que se forman con la mastitis interfieren directamente con la reproducción y, por lo tanto, inhiben el desarrollo del embrión y las posibilidades de supervivencia.
Clasificar el problema
En aras de la calidad de la leche y el bienestar del animal no debería haber más de un 20% de vacas con > 200.000 células/ml en los controles de rendimiento, así como 25 casos de mastitis por unidades de 100 vacas.
Causas
Son muchas y diferentes las bacterias que pueden causar infecciones crónicas en las ubres que solo ocasionalmente se manifestarán como mastitis clínica. Se trata principalmente de infecciones por bacterias infecciosas estreptococo agalactia (estreptococo del grupo B) y estafilococo áureo. Las infecciones cuya naturaleza está más relacionada con el entorno, como estreptococo disagalactia, estreptococo uberis, enterococos y el grupo de estafilococos coagulasa negativos (SCN), también pueden ser crónicas.
Por otro lado, las infecciones clínicas graves se deben con frecuencia a infecciones por microbacterias, como las mencionadas anteriormente, pero en gran medida también a infecciones por bacterias coliformes como E. coli y Klebsiella.
Puntos para el plan de acción
Para determinar las causas de los problemas de salud mamaria se realizan pruebas bacteriológicas en muestras separadas de glándulas provenientes de vacas con un conteo de células elevado, si el problema principal son las infecciones crónicas. Si el problema es la mastitis clínica, se hacen pruebas de mastitis.
Para prevenir la propagación de infecciones mamarias, se debe limitar el número de vacas con enfermedades infecciosas crónicas. Dichas vacas se deben aislar de las vacas sanas para evitar la propagación de la infección durante el ordeño. Los animales con enfermedades clínicas se deben tratar de acuerdo con las normas, mientras que los animales con infecciones crónicas se deben secar. En caso de infecciones por bacterias provenientes del entorno, el foco debería estar en la higiene de establos, pasillos, zonas de descanso, contaminación de excremento general y sellado de pezones de vacas secas.
Enfóquese en:
- Pruebas bacteriológicas de muestras separadas de glándulas
- Prevenir cualquier propagación de infección a las vacas sanas
- Higiene en los establos y pasillos, así como cantidades adecuadas de camas de buena calidad
- Sellado de pezones de vacas secas