Un descenso en el porcentaje de preñez puede deberse en parte a la pérdida temprana del embrión y, en parte, a una fertilización fallida. Que la fertilización no tenga éxito es algo que puede venir causado por un fallo en el transporte del semen, es decir, por el movimiento del esperma a través de los órganos reproductivos, desde el momento en que se deposita el semen hasta que llega a los tubos uterinos. Si el estrés afecta o no a dicho movimiento del esperma es un tema de debate. Algunos estudios sugieren que el estrés tiene un impacto, mientras que otros no han hallado este tipo de efectos. Sin embargo, merece la pena señalar que es muy posible que el estrés, el cual viene causado por procedimientos de gestión, tenga un impacto muy importante sobre la reproducción, inmediatamente antes que se insemine la vaquilla/vaca y durante este proceso.
Clasificar el problema
Se debería evitar todo estrés innecesario anterior a la inseminación y también durante la misma. El estrés puede surgir si se persigue a los animales, si se los encierra para la inseminación, si se los separa de otras vacas, si no tienen acceso a alimentación y/o agua, o si no tienen acceso a un cubículo. El grado de estrés depende de cuántas horas dure la totalidad del procedimiento.
Si es usted el inseminador propietario y/o tiene empleados que hacen la inseminación, debería prestar particular atención para saber cuándo es necesaria más formación/educación.
Puntos para el plan de acción
Revisar los procedimientos de separación y condiciones en la sección de separación.
Enfóquese en:
- Tratar a vaquillas / vacas con cuidado y atención en la fase previa a la inseminación y durante la misma
- No aislar a vaquillas / vacas del rebaño
- Proporcionar a vaquillas / vacas acceso a alimentación, agua y un cubículo durante la separación