Lamentablemente, no hay soluciones fáciles o rápidas cuando se trata de trabajar en la mejora de la salud de las pezuñas de las vacas lecheras. Con un enfoque sistemático y no perdiendo de vista su objetivo, puede conseguir buenos resultados en la mejora de la salud de las pezuñas.
Si su rebaño está gravemente afectado por problemas en las pezuñas, puede tardar hasta un año en controlar la salud de las mismas.
En ese tiempo es cuestión de no darse por vencido y seguir desinfectando las pezuñas de forma constante. Por ejemplo, si tiene problemas con la dermatitis digital.
Es importante tener una buena rutina centrada en la salud de las pezuñas, para que no sea solo algo de lo que se ocupa cuando hay tiempo.
Tan importante como la mastitis
En la lucha contra las enfermedades de las pezuñas, puede ser muy útil tener en cuenta la salud de las pezuñas del mismo modo que la salud de las ubres. Eso significa que usted reaccionará al más mínimo problema e invertirá tiempo en ocuparse de los problemas de las pezuñas.
Se recomienda que haga una evaluación de la cojera de las vacas.
Si usted, junto con sus empleados, lleva a cabo evaluaciones periódicas, como una puntuación de la cojera con escala de cinco grados, será mucho mejor a la hora de decidir rápidamente lo que va a pasar con aquellas vacas que presenten cojera.
Además, uno ve mejor una cojera, por lo que es mucho más fácil detectar que una vaca cojea cuando camina entre las vacas mientras lleva a cabo otras tareas en el rebaño, como la limpieza del establo o la observación del celo.
Cuanto antes descubra y trate a una vaca que cojea, más rápido y fácil será su recuperación.
También es importante llevar a cabo evaluaciones de la higiene de forma periódica.
Fuente: SEGES, Dinamarca