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4 may 2021

Salud de las pezuñas en las vacas en transición, parte 2

¿Cuál debería ser su prioridad durante el periodo seco y justo después del parto?

Prácticamente todas las enfermedades relacionadas con la producción, como la fiebre de la leche, la mastitis, la cetosis y los trastornos relacionados con las pezuñas, pueden evitarse si las vacas se manejan bien durante el periodo de transición de una lactancia a otra.

La fiebre de la leche, la cetosis, la mastitis y los trastornos relacionados con las pezuñas son enfermedades que están directamente relacionadas con el manejo de las vacas en transición o que crean importantes factores de riesgo que podrían reducir el futuro rendimiento de la vaca.

La importancia de un manejo prudente en el periodo anterior y posterior al parto se manifiesta también en el hecho de que la mortalidad de las vacas más longevas es hasta diez veces mayor en las primeras semanas después del parto en comparación con las posteriores en la lactancia.

Asimismo, la tasa de mortalidad de los primeros y segundos partos es aproximadamente tres veces mayor durante este periodo.

 

Analice las rutinas y consiga unas pezuñas más fuertes y sanas en sus vacas en transición

Suena banal señalar la importancia de garantizar un acceso adecuado al descanso, al alimento y al agua, pero si existe competencia entre las vacas para acceder al alimento, por ejemplo, es la vaca en transición, que es la más frágil, la que saldrá perdiendo.

Puede que, sin saberlo, corra el riesgo de privar a sus vacas secas y a las primerizas del mejor acceso para satisfacer sus necesidades básicas. Esto puede deberse a algunas rutinas que usted no conoce o a condiciones físicas que pueden cambiar.

Por lo tanto, es una buena idea revisar las rutinas de todos los empleados que trabajan con las vacas secas y las primerizas para garantizar que las vacas pasen bien el periodo de transición.

 

Mejores prácticas:

  • Una superficie lo más suave posible para las vacas secas y las primerizas
  • Un manejo con la mayor delicadeza posible desde que le faltan tres semanas para parir hasta tres semanas después del parto
  • Espacio suficiente para las vacas secas y las primerizas, a ser posible 10 m2 por vaca
  • Hacer una división entre vacas primerizas y vacas longevas en lugar de una división basada en el rendimiento o la preñez
  • Reducir cualquier tipo de estrés durante el periodo de transición

 

Fuente: SEGES, Dinamarca