Efecto del tratamiento durante el periodo de secado de vacas con infección mamaria
El periodo seco es una etapa crucial para garantizar la buena salud mamaria y un comienzo saludable de la siguiente lactancia. Durante el periodo seco, la vaca y sus ubres se preparan para la siguiente lactancia, por lo que cualquier problema durante esta etapa tendrá un efecto negativo sobre el bienestar general de la vaca y su producción lechera tras el parto.
Hay dos etapas críticas durante el periodo seco en el que la salud mamaria es especialmente vulnerable:
- la primera semana tras el secado
- la semana previa al parto
Durante la primera semana tras el secado se forma un tapón de queratina en el canal del pezón que actúa como mecanismo de defensa natural de la ubre y que previene que las bacterias entren a dicho canal durante el periodo de seco. Antes del parto, este tapón va desapareciendo lentamente en preparación para la lactancia.
Para prevenir y reducir las infecciones, es importantísimo garantizar que el riesgo general de infección en el rebaño y dentro del establo sea bajo. Un mayor riesgo de infección puede venir de dos frentes: el entorno o las otras vacas del rebaño.
La terapia de vaca seca convencional, conocida también como terapia masiva al secado, donde todas la vacas reciben tratamiento antibiótico antes del secado, es una práctica muy extendida para prevenir la mastitis en algunos países. Sin embargo, esta práctica puede resultar en un uso innecesario, excesivo y frecuente de antibióticos en el rebaño y es, por lo tanto, problemático. Se debe evitar el tratamiento de todas las vacas con antibióticos antes del secado. Para reducir el número de vacas tratadas se puede utilizar la terapia selectiva de vaca seca. Basándose en el conteo de células y el historial de mastitis, podrá identificar a los animales que realmente necesitan tratamiento (vacas con conteo de células >100,000)
Asegúrese de tener un diagnóstico de mastitis correcto al seleccionar las vacas para tratamiento médico con antibióticos durante el periodo seco. El objetivo es tratar solo a las vacas con un buen pronóstico de sanación. Para las vacas con mastitis crónica, el tratamiento de antibióticos no tiene efecto y, con el fin de reducir el riesgo de infección a nivel de rebaño, la mejor opción es sacrificar a este grupo de vacas.
El tratamiento de vacas secas con antibióticos tiene dos metas:
- Proporcionar protección ante nuevas infecciones durante la primera parte del periodo seco (un problema concreto al secar)
- Ayudar a luchar contra infecciones ya existentes
Los datos de tratamientos muestran que el tratamiento médico durante el periodo seco (antibióticos) solo, o en combinación con otras medidas, conduce a:
- Menos infecciones nuevas entre las vacas que estaban sanas antes del secado
- Más casos en los que las vacas infectadas se curan y comienzan la lactancia con ubres sanas
Un ajuste con buenos fundamentos de su gestión de secado dará lugar a un uso reducido de antibióticos sin elevar el riesgo de mastitis en su rebaño.
Fuente: SEGES, Dinamarca