Planifique entre 3 y 5 kilos de paja por vaca.
Debido a que las vacas secas tienen una alta capacidad de absorción, un nivel de alimentación controlado requiere una ración de alimento con grandes cantidades de paja. Ya que el valor de alimentación de la paja puede ser difícil de determinar, requiere una gran atención para garantizar que los animales reciben la energía que necesitan.
Normalmente necesita usar entre 3,5 y 5,0 kilos de paja para hacer una ración apropiada. El nivel de energía debería ajustarse a un nivel de aproximadamente el 10 % sobre el requisito medio durante el periodo seco. Esto es para evitar una falta de alimento si el valor de alimentación de la paja es confuso o si no se puede evitar por completo la ordenación y mezclado.
Es importante no solo alimentar de una forma controlada al final del periodo seco, sino también al inicio de éste. De lo contrario, los efectos negativos de un nivel alto de alimentación pueden aparecer más adelante.
Para garantizar que las vacas reciben el menor cambio posible en la composición de su alimentación antes del parto, la ración en las últimas semanas debería contener preferiblemente los materiales de alimentación usados tras el parto, incluyendo fuentes de almidón.
Si no es posible cumplir con todos los requisitos de un nivel de alimentación controlado, las vacas deberían alimentarse de forma restrictiva con menos paja dos veces al día. Esto significa tener suficiente espacio para todas las vacas en el comedero.
Si las vacas se alimentan con una mezcla completa de acuerdo a su apetito, no serían capaces de diferenciar el alimento. Por eso, la ración debe dividirse y usarse un aglutinante en la ración (agua o melaza).
Si el alimento no se mezcla bien, las vacas más fuertes buscarán en la ración y sacarán el alimento que se digiere más fácilmente. Esto puede resultar en un exceso de alimentación de las vacas más fuertes y en un riesgo de falta de alimento para el resto del grupo.