El Índice de Alimentación ahorrada consta de dos partes: el mantenimiento del animal y su metabolismo. El mantenimiento mide la cantidad de energía que la vaca necesita de acuerdo con el tamaño de su cuerpo. Es muy conocido que las vacas más pesadas utilizan más energía que las menos pesadas, teniendo ambas el mismo nivel de producción.
Mientras, la eficiencia metabólica mide la capacidad de procesamiento de los alimentos. Esto describe la capacidad del animal para convertir en leche la energía contenida en el alimento.
Hasta ahora, este índice solo ha incluido la parte referida al mantenimiento. Los valores de selección para la eficiencia en el mantenimiento están basados en diferentes medidas de peso vivo como lo son la estatura, la profundidad de cuerpo y anchura de pecho, que a su vez son indicadores de rasgos de conformación.
Los investigadores continúan recolectando información sobre el peso vivo de las vacas en las granjas incluidas en el proyecto. Además, el Instituto de Recursos Naturales de Finlandia (LUKE) también está investigando si el peso de la carcasa (peso reportado en el rastro) puede también ser usado como una medida para determinar el tamaño de las vacas.
El tamaño de la vaca sí importa
Al incluir el índice de Alimentación ahorrada en el NTM, la idea es también tener un mejor control sobre dos aspectos que son de alta relevancia para los productores lecheros:
- Establecer un límite al tamaño de las vacas
- Mejorar la habilidad de las vacas en la conversión de los alimentos.
El hecho de que las vacas están siendo más grandes es poco rentable ya que conlleva a mayores gastos de alimentación y reduce su longevidad. Existe una correlación negativa entre el aumento en el tamaño de las vacas y su perdurabilidad.