Hoy en día, cada vez más ganaderos están interesados en hacer pruebas genómicas a sus vaquillas. Los valores genómicos tienen mayor confiabilidad en comparación con los valores estimados de promedio de los padres, lo que es útil en los programas de apareamiento para obtener mejores coincidencias de hembras y toros.
Sin embargo, las pruebas genómicas ofrecen aún más ventajas que se pueden utilizar en programas de apareamiento.
El interés por las pruebas genómicas está aumentando entre los ganaderos de todo el mundo. Además de unos valores de cría más precisos, los granjeros que prueban genómicamente a sus hembras obtienen información sobre los animales que son portadores de defectos genéticos.
Esta información se puede utilizar en programas de apareamiento para evitar cruzamientos en los que tanto la vaca como el toro sean portadoras del mismo defecto genético.
La mayoría de los defectos genéticos que conocemos hoy en día son recesivos, lo que significa que si se acoplan dos portadores del mismo defecto genético, una de cada cuatro preñeces se verá afectada, lo que suele llevar a un aborto del embarazo.
Por eso es económicamente importante que los granjeros eviten los apareamientos en los que ambos animales sean portadores del mismo defecto genético.
Las pruebas genómicas también ofrecen la oportunidad de calcular las relaciones genómicas entre los candidatos a los apareamientos. Las estimaciones genómicas de las relaciones son más precisas que la información de pedigrí porque no se basan en la integridad o la corrección del pedigrí.
Además de eso, las estimaciones genómicas pueden diferenciar entre animales con el mismo pedigrí, por ejemplo, hermanos completos que han heredado variantes genéticas parcialmente diferentes de sus padres.