Según un estudio reciente, «The impact of crossbreeding and feed efficiency on methane emission (El impacto de los cruces y la eficiencia alimentaria en la emisión de metano)», dirigido por SimHerd, los cruces de vacas pueden reducir las emisiones de metano hasta un 6% en comparación con las vacas Holstein puras.
El estudio se llevó a cabo con el modelo de simulación SimHerd que ahora forma parte del proyecto DairyCross, fundado por la Green Innovation and Demonstration Foundation de Dinamarca, en la que también participan otras instituciones importantes.
Ruth Davis Kring, asesora en SimHerd, explica que en el modelo de simulación tienen muchas características diferentes para medir la heterosis y las diferencias entre razas.
«Todos esos parámetros se introdujeron en el modelo para que, al ejecutarlo, este pudiera predecir cuál sería el efecto de pasar de un rebaño de raza pura Holstein a un rebaño de cruces con determinadas combinaciones de razas. Algunos de esos efectos pueden estar relacionados con las emisiones de metano».
Ruth añade que la causa principal de la disminución del metano es la reducción de las crías.
«La razón principal es que los cruces viven más tiempo, por lo que no se necesitan tantos animales de reemplazo; lo que se traduce en un rebaño de animales jóvenes más pequeño. Al tener menos animales, se reducen las emisiones de metano en el rebaño».
Señala que la razón por la que los cruces de vacas viven más tiempo es porque son más robustas, más sanas y más fértiles; por lo tanto, no es necesario reemplazarlas tan rápidamente como las vacas Holstein puras.
Un caso del estudio se inspiró en un rebaño de 200 vacas Holstein de raza pura.
