Cada vez son más los ganaderos que prueban a sus vaquillas genómicamente. Por ello, Christian Bengtsson, estudiante de doctorado en la Universidad Sueca de Agricultura (SLU) y uno de los especialistas en reproducción de VikingGenetics, ha repondido a la pregunta sobre si los valores genómicos de reproducción funcionan en la práctica.
Bengtsson llevó a cabo un estudio en 2019 que incluyó a las razas: Red Dairy Cattle (RDC), Holstein y Jersey. Él comparó las capacidades de los valores de selección genética estimados para vaquillas vírgenes (GEBV) y el promedio de los padres (PA) para predecir el rendimiento futuro de la vaca. (El promedio de los padres también se conoce como índice de pedigrí).
Beneficios
“Estos hallazgos son un paso importante para mostrar a los agricultores que los valores genéticos genómicos son beneficiosos para usar en sus rebaños para las decisiones de selección”, dice Bengtsson.
Bengtsson explica que los rasgos que se consideraron para el estudio son los que los ganaderos consideran principales en su trabajo diario.
El proyecto de doctorado requirió el análisis de 12 rasgos en primera paridad:
- Tres características de producción de leche (producción de leche, producción de grasa y producción de proteínas)
- Dos rasgos de salud de la ubre (puntuación de células somáticas y aparición de mastitis clínica)
- Un rasgo de fertilidad (intervalo, en días, desde el primer al último servicio)
- Dos rasgos de conformación (ubre y patas y pezuñas)
- Un rasgo de parto (facilidad de parto)
- Un rasgo de supervivencia (supervivencia al segundo parto, supervivencia 1-2)
- Rasgo de salud de la pezuña
- Un rasgo de salud general.
El GEBV y el PA se basaron en los valores de selección estimados más cercanos en el tiempo a cuando el animal cumplió un año de edad “porque dichos valores no deberían verse afectados por su propio fenotipo”, explica el investigador.
“Otro argumento es reflejar los valores genéticos en la primera inseminación de la novilla virgen. Por ejemplo, a esa edad, el ganadero puede combinar la selección genética con decisiones sobre el semen sexado y de carne, como se sugiere en otros estudios ”, dice Bengtsson.