Lea sobre cuatro ganaderos que están llevando una vida mejor después de transformar sus negocios lecheros en otros más rentables y sostenibles.
(El gerente del rebaño, Sam Gordon, aparece en la foto de la granja de Roger Peters)
24 abr 2023
Lea sobre cuatro ganaderos que están llevando una vida mejor después de transformar sus negocios lecheros en otros más rentables y sostenibles.
(El gerente del rebaño, Sam Gordon, aparece en la foto de la granja de Roger Peters)
Ross Anderson
Australia, 500 vacas VikingGoldenCross
La agricultura sustentable está en el ADN de la familia Anderson de Denison en Victoria, en Gippsland, el corazon de la zona lechera, Ross lleva 15 años trabajando en la granja familiar y está encantado de continuar con la tradición. Él y su pareja Jenny están remplazando en la gestión de la granja a sus padres Graeme y Chris.
En la actualidad, los Andersons ordeñan 500 vacas cruzadas y siempre buscan oportunidades para operar de una manera sostenible y rentable.
Brett y Bronwyn Davies
Australia, 280 vacas (95 % VikingRed)
Brett y Bronwyn Davies empezaron a utilizar VikingRed para cambiar de Holstein a Rojas y cambiaron su patrón de partos para solucionar los problemas de fertilidad. Están seguros de que han tomado las decisiones correctas y los cambios han ayudado a garantizar su sostenibilidad financiera. Los Davies se mudaron a Victoria del Sur, Australia, hace ocho años y han pasado 11 años desde que cambiaron a tener principalmente VikingRed.
Roger Peters
Australia, 350 vacas cruzadas (VikingRed y VikingJersey)
La granja de Roger Peters, dirigida por su hija Edith, ha reducido el número de vacas, ha modificado la composicion del rebaño y ha eliminado los fertilizantes sintéticos. Los Peters utilizan semen sexado VikingJersey en las vaquillas y semen sexado VikingRed en las vacas, mientras que todo lo demás está inseminado con carne. “He descubierto que la cruza Jersey con Red hace una muy buena vaca pequeña, robusta y saludable que parece ser perfecta para un sistema de pastoreo”, dice Roger.
Stephen y Christine Pickles
Reino Unido, 160 vacas (en transición de Holstein a ProCROSS)
Stephen y Christine Pickles han reducido su huella de carbono cambiando su sistema de alimentación y selección genética. Cambiar de raza, reducir la proteína en la ración y mejorar la calidad del forraje han ayudado a colocar una pequeña granja del Consejo del Condado de Cheshire en el 10% superior del ranking del Reino Unido para huella de carbono.
Ross y Jenny Anderson invirtieron en un sistema de monitoreo y riego automatizado. El agua es limitada, por lo que los Anderson son conscientes de la necesidad de un uso inteligente de ella a través de reservorios, lo que garantiza que toda el agua se reutilice. También han mejorado la eficiencia gracias al riego automatizado y al ensilaje en trinchera para reducir el plástico desechable.
Un nuevo sistema de monitoreo de $20 000 controla los niveles de cereal en los silos, el agua en los tanques de la granja y el agua caliente para la planta. El sistema garantiza que se dispensen los niveles adecuados de productos químicos para los lavados.
Encontrar la ubicación adecuada para la granja también es fundamental. Brett y Bronwyn Davies buscaron pastizales más verdes reubicándose desde Swan Hill en el norte de Victoria a Simpson en el suroeste para resolver los problemas de suministro de agua.
“Los problemas relacionados con el agua en el norte de Victoria se estaban volviendo demasiado complicados, por lo que nos mudamos de Swan Hill a Simpson, en el suroeste de Victoria, donde las precipitaciones son mucho más confiables y no tenemos que depender de la irrigación y la costosa cuota de agua”, explica Brett.
El cruzamiento contribuyó a que los Anderson mejoraran la eficacia y sostenibilidad de su granja. La granja lleva décadas realizando cruzamientos, originalmente con Jersey y Friesian. Más recientemente con Brown Swiss y durante los últimos dos años con VikingRed.
«La tercera cruza ofrece una gran oportunidad para desarrollar realmente el animal y mejorar la fertilidad y la salud. Las terneras son hermosas y estamos ansiosos de inseminarlas y ordeñarlas en los próximos años. Estamos muy entusiasmados con ellas", dice Ross. También han equipado a su rebaño con collares, para mejorar la salud y ser más eficientes en mano de obra.
Los Davies eligieron VikingRed como la raza principal para su rebaño. Su rebaño en Swan Hill era un rebaño Holstein, pero cada vez era más difícil preñarlas. Un amigo tenía algunas Aussie Reds e invitó a Brett a un día de campo. Las miró y conoció a Erik Thompson, asesor de selección genética de VikingGenetics, y decidió incursionar en Aussie Reds durante un tiempo.
"Una vez que empezamos a tener las hijas, nos dimos cuenta de que era el camino a seguir. Obtuvimos una mejora inmediata en fertilidad en ese primer cruce, y la salud siguió mejorando, lo que significaba que no estábamos gastando tanto en mastitis y vacas cojas," dice Brett.
«Principalmente utilizamos VikingRed y no cruzamos con nada más. Las Holstein están desapareciendo, pero mantendremos 25-30 en el rebaño. Estamos utilizando toros VikingHolstein de alta fertilidad para mejorar la fertilidad y ver si pueden mantener su posición", añade.
Stephen y Christine Pickles experimentaron cómo el cambio a ProCROSS puede transformar un negocio, cuando aumentaron sus sólidos en leche recortando además los costos de producción.
«Leí varios artículos sobre ProCROSS, un sistema de tres vías que utiliza Holstein, Montbéliarde y VikingRed con una rotación de apareamientos», dice Stephen. «Hablé con Chris Stone de VikingGenetics y, siguiendo su consejo, comenzamos a cruzar las vacas Holstein con Montbéliarde y ese cruce se apareó con VikingRed, el cual será luego cruzado con holstein».
«Además, las tres razas son complementarias para estatura, lo que ayuda a mantener la uniformidad del tamaño y la facilidad del manejo», añade. «Pudimos ver el potencial en ellas de inmediato», afirma Stephen, que también compró ganado ProCROSS ya hecho para acelerar las cosas.
«Los terneros también son más vigorosos», añade Christine, que comparte el ordeño con Stephen, se dedica a la cría de terneras y, hasta ahora, ha logrado una mortalidad del cero por ciento en los primeros 24 días de los terneros de raza cruzada.
Los Andersons invirtieron $120 000 en un sistema de energía solar de 80 kW para, entre muchas cosas, alojamiento y 60 kW en la sala de ordeño.
«En capacidad completa cuando el ordeño está en funcionamiento, utilizamos todos los 60 kW. Dependiendo del tiempo que ordeñamos y de las condiciones meteorológicas, podemos cubrir una buena parte de la energía para ese ordeño", dice Ross.
La energía solar también hace funcionar bombas, trituradoras y otros equipos durante el día, lo que permite un cambio de trabajo nocturno, y esto genera una mayor eficiencia.
La energía solar es tan eficiente que, tan solo cinco años después de la instalación, el sistema ya se ha amortizado.
La buena vida útil y las bajas tasas de sustitución ayudan a reducir las emisiones de metano.
Esta es la experiencia de la granja de Pickles, en la que la longevidad y la fertilidad han reducido la tasa de reemplazo al 21 %, lo cual deja margen para que se vendan unas 30-40 novillas lecheras en los próximos años. Y a pesar de puntuar bien en la auditoría de carbono en cuanto a fertilidad, Stephen cree que pueden hacerlo aún mejor.
«Nuestra edad de 24 meses para el primer parto es un punto fuerte, pero ahora queremos reducirlo a 23 meses», afirma. «Es difícil creer su edad cuando las ves con poco menos de dos años - sin duda son más fuertes», agrega.
El uso de semen también ha disminuido drásticamente de 2,8 a 1,5 pajillas por concepción al mismo tiempo que se ha incrementado el uso del semen sexado. Se utiliza en todas las novillas y en el 25% superior de las vacas, mientras que el resto se insemina con raza lechera convencional o con carne.
La salud general también ha experimentado un cambio drástico para mejor gracias a la disminución de las cojeras. «Tenemos mucho menos cojeras y bastante mejor salud de las patas; es raro ver dermatitis digital ahora y las pezuñas parecen bastante más duras», dice. Esto se refleja en los costos veterinarios, que casi se han reducido a la mitad desde el 2017 bajando de 1,4 p/litro, a los 0,73 p/litro hoy en día.
En su granja de Australia, los Davies pasaron de tener partos distribuidos anuales a estacionales, que comiezan a finales de marzo. Anteriormente, la fertilidad del rebaño era de tan solo el 60 % para siete semanas de embarazo; ahora es de aproximadamente el 80 %.
“La fertilidad de las hijas era la máxima prioridad, pero también notamos ganancia genética en cada generación y un aumento en la producción,” dice Brett. Además, los Davies acaban de finalizar un amplio programa de renovación del pasto de cinco años de duración, por lo que pueden concentrarse en cultivar la pastura y mirar a sus vacas sanas.
Stephen y Christine Pickles también han logrado mejorar la rentabilidad al aumentar la producción de leche a partir del forraje al cambiar a los partos en otoño.
«Pensamos que podíamos mejorar nuestra rentabilidad si cambiábamos al parto otoñal, ya que habíamos tenido algunos años difíciles, especialmente en el verano húmedo y el largo invierno de 2012/13, cuando el forraje era escaso», dice Stephen. «Cuando las vacas parían durante todo el año, se las alimentaba con una ración total mezclada en el interior por la noche y pastaban durante el día, lo que tendía a convertirlas en selectivas al pastoreo», añade.
La leche a partir del forraje era alrededor de 1600 litros al momento del cambio, pero empezó a mejorar después de la transición al parto otoñal. Esto implicó cambiar a RTM durante el invierno y pastoreo completo (además de concentrados en la sala de ordeño) el resto del año.
Perseguir una huella de carbono baja puede parecer una tarea complicada, pero Stephen y Christine Pickles dicen que lo han logrado simplemente tratando de hacer que su granja de Cheshire sea más eficiente.
«La eficiencia de la conversión de alimento [FCE] es uno de los factores clave para una baja huella de carbono, y es una area en la que la granja obtuvo buenos resultados», afirma Stephen.
Esto refleja la reducción en la alimentación de concentrados de 3,1 a 2,7 toneladas por vaca al año y la reducción de la proteína total de la RTM, que se bajó del 17,5 % al 16,5 %. Esto se logró reduciendo la mezcla en la RTM de 22 % a 18 % de proteína, alimentando para mantenimiento más 28 litros, con hasta 6 kg/día de torta con18 % de proteína en la sala de ordeño.
«Quería ver si podíamos disminuir la proteína de la ración general, que sabía reduciria nuestra huella de carbono, así que comenzamos en el invierno del 2019/20. Desde entonces, no hemos notado ninguna caída en producción, salud o fertilidad y, en todo caso, hemos observado una mejora en los sólidos de la leche», explica Stephen.
El ganado ProCROSS es conocido por una buena eficiencia en la conversión del alimento . Un trabajo de la Universidad de Minnesota ha demostrado que producen un 8 % más de sólidos en la leche que las Holstein, por kilogramo de materia seca ingerida.»
«Sin duda, creemos que son mejores convertidoras de alimento», confirma Stephen, que afirma que el uso de concentrados ha bajado de 0,34kg/litro a 0,29kg/litro.
Las actividades de ganadería lechera regenerativa están logrando cada vez más atención.
Roger y Edith Peters se han centrado en mejorar la gestión del pastoreo para orientarse hacia la agricultura de carbono. Como resultado de esta transformación, han conseguido cortar por completo el fertilizante sintético.
Este cambio provocó una caída en el número de vacas para compensar el tener menos pastura cultivada en casa, pero los resultados han sido mejores de lo esperado. Edith destaca esto, ya que, cuando la urea aún estaba en el sistema pastoril, tenían algunas vacas frescas que tenían hipomagnesemia, pero no han visto ninguna en los últimos dos años.
"Cuando empezamos, no podíamos ver ninguna nodulación al excavar el trébol. Ahora se puede ver bastante y eso es lo que el trébol utiliza para fijar el nitrógeno de la atmósfera, lo que debería tener beneficios a largo plazo", explica Sam. “Roger y Edith están muy preocupados por la construcción del perfil del suelo y están dispuestos a seguir la agricultura de carbono”, añade.
«Probablemente estaban un poco más adelantados que la mayoría de los ganaderos. Ahora, los precios de los fertilizantes se han disparado y todo el mundo busca alternativas, pero ellos ya lo estaban haciendo desde hace años. Estamos entrando en nuestro tercer año sin fertilizante sintético, y ha supuesto un gran ahorro económico», afirma Sam, haciendo hincapié en la reducción de costos.
En lugar de fertilizantes, la granja comenzó a sembrar pastizales de múltiples especies, lo que garantizaba que el pasto tenga un buen período de recuperación y utilizaban el efluente y el compost en la granja. “Si conseguimos que interactuen bien, realmente beneficiará al crecimiento de la hierba y la salud del rebaño”, afirma Edith. “Hemos estado fabricando nuestro propio compost y aplicando nuestro propio efluente en lugar de fertilizante para mantener activa la hierba”, añade.
"Me han deslumbrado. Es un buen valle y se puede cultivar cualquier cosa, pero me ha sorprendido la cantidad de hierba que crece con pocos insumos», termina Sam.