Minna y Kari Herranen de Kiuruvesi (Finlandia) destacan la confianza como palabra clave cuando hablan de los avances de su rebaño.
«Aquí el tiempo es limitado y tienes que confiar en otros para hacer ciertas tareas. Todo se basa en confiabilidad», señala Kari Herranen. Los objetivos de selección genética de la familia Herranen han sido, y siguen siendo, muy claros: una vaca sana, fuerte y sostenible que trabaje bien con los robots.
Para lograr este objetivo, han trabajado en estrecha colaboración con Faba (uno de los propietarios y distribuidores de VikingGenetics); esta confianza se ha traducido en beneficios para esta granja familiar. Ahora hay 35 vacas cuya producción ha llegado a los 100,000 kg de ECM, y hay varias vacas que producen entre 15,000 y 16,000 kg de leche al año.
Buena genética
La familia Herranen dispone de buenas herramientas para organizar el trabajo de selección genética y desarrollar el rebaño y la producción. Además del plan de selección genética, la granja también realiza pruebas genómicas a todas sus vaquillas.
La familia recibió unas cuarenta vaquillas preñadas y lavadas del núcleo del rebaño de Asmo entre 2009 y 2011. Quieren que las vacas sean duraderas para que la necesidad de reposición sea mínima.
«El objetivo era mejorar el material animal del rebaño y por ello también se realizaron bastantes lavados y transferencias de embriones en nuestro rebaño. Hoy en día hacemos unas cinco transferencias al año».