Desde sus inicios hace 18 años, la nueva granja lechera de Marijanci en Eslavonia, cerca de la frontera con Hungría, ha crecido rápidamente al ritmo de las nuevas tecnologías y genética.
«El objetivo es lograr una vaca equilibrada con el índice de Mérito Total Nórdico más alto posible», dice Berislav Vulic.
El rebaño se ha expandido a 450 vacas, una cantidad con la que la granja está bastante contenta. Ahora nos centramos en la selección genética para obtener leche de alta calidad.